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A pesar del ajuste en el ICL, la carga tributaria en las naftas es un 34% menor a la 2018

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A pesar del ajuste en el ICL, la carga tributaria en las naftas es un 34% menor a la 2018
A pesar del ajuste en el ICL, la carga tributaria en las naftas es un 34% menor a la 2018

La carga tributaria indirecta sobre el precio de la nafta súper experimentó, en los últimos meses, cambios significativos, principalmente debido a la volatilidad en el valor del impuesto nacional de monto fijo. En la actualidad, la peso de los tributos indirectos sobre el consumo de combustibles es del 55% en la ciudad de Buenos Aires y del 56% en el interior del país, mientras que medida sobre el precio final, es del 35,6% y del 36%, respectivamente.

Así se desprende del informe de uno de los capítulos de “El peso de los tributos” que elabora el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) con el principal objetivo de identificar y presentar la cantidad de tributos indirectos vigentes, como la carga tributaria indirecta que recae sobre el consumo de combustibles líquidos y su dinámica en los últimos años.

Si bien durante 2023, la carga tributaria disminuyó de manera constante, ya que la inflación aumentaba mes a mes mientras se mantenía congelado el valor nominal del impuesto, a comienzos de este año, la actualización del monto nominal de estos impuestos generó un incremento abrupto, con el objetivo de recuperar el valor real perdido debido a la inflación.

En esta carga participa el impuesto nacional a los combustibles de monto fijo con un 45,2%, el impuesto nacional al dióxido de carbono de monto fijo con un 2,8%, el IVA con un 39,4%, el impuesto al cheque con un 1,8%, el impuesto provincial a los ingresos brutos con un 5,9%, la tasa municipal por inspección, seguridad e higiene con un 1,3% y la recientemente creada tasa vial local con un 3,8%.

De acuerdo al reporte del Iaraf, la última actualización significativa del valor del impuesto fijo a los combustibles fue en abril de este año. Desde entonces, el gobierno nacional realizó pequeños ajustes mensuales en el valor de este tributo, que actualmente se sitúa en $203,7 por litro, lo que representa una reducción del 47% en términos reales respecto a marzo de 2018.

En aquel año, la carga tributaria indirecta sobre el precio neto de la nafta alcanzaba el 74%. Para enero de 2024, este porcentaje había disminuido a su valor mínimo de 31,6%, pero posteriormente aumentó hasta el 55% en el actual mes que finaliza.

EL Iaraf exlicó que la carga tributaria indirecta se caracteriza por recaer sobre el precio de un bien o servicio, penalizando, a través de su encarecimiento relativo, su consumo. Si bien los combustibles líquidos son un producto homogéneo en todas las regiones del país, sus precios varían y eso se torna relevante un análisis comparativo entre CABA y el interior del país.

También se debe tener en cuenta el hecho de que un ciudadano porteño solo tributa a dos niveles de gobierno, mientras que un ciudadano del interior debe tributar a tres niveles. Sumado a eso, en el corriente año hay municipios del interior del país que cobran un nuevo tributo sobre el precio de la nafta, la “Tasa Vial” o “Tasa por mantenimiento de la red vial”, la cual en la mayoría de los casos grava con un 2% el precio de venta neto de impuestos.

Del análisis surge que en el consumo de combustible pueden pagarse hasta 6 tributos distintos. Los indirectos generales que se consideran a nivel nacional son el Impuesto al Valor Agregado (IVA); Impuesto a los débitos y créditos bancarios; al nivel provincial Impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIBB) y en el municipal la Tasa de Inspección, Seguridad e Higiene.

En tanto, los tributos indirectos específicos que se consideran son a nivel nacional el Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL) e impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) y a nivel municipal la Tasa vial o Tasa por mantenimiento vial.

Respecto a los dos tributos nacionales específicos (ICL y IDC), si bien esta ley determina que los montos fijos se deben actualizar de forma trimestral según las variaciones del Índice de Precio al Consumidor (IPC), la actualización se ha postergado reiteradas veces y en todos los gobiernos desde su creación por cuestiones de políticas macroeconómicas que buscaban restar presión a la inflación general de precios.

El informe se da a conocer en momentos en que la venta de combustibles registró en octubre una baja en la comparación interanual del 8,8% frente al mismo mes de 2023, acumulando once meses de retracción consecutivos.

Nuevamente, el producto de mayor retracción fue la nafta premium que cayó un 21% interanual, mientras que el menor impacto lo registraron las ventas de nafta súper cn una caída de 1,6% en el mismo período. En el caso del gasoil, el diesel grado 2 bajó un 18,5% sus ventas mientras que el grado 3 tuvo una baja de 5% interanual.

 

 

 

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