Advierten cómo impacta el estrés en la zona cardiovascular
En un país donde las crisis económicas son recurrentes, la relación entre el estrés y la salud se vuelve cada vez más evidente.
Los excesos pueden derivar en hipertensión, diabetes, infartos u obesidad.
El estrés, una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de desafío, se ha convertido en un problema grave cuando se vuelve crónico. Así lo explicó Melina Mana, coordinadora regional de la Sociedad Argentina de Cardiología y responsable de la Unidad Coronaria de la Clínica Viedma.
Lee también: https://www.noticiasnet.com.ar/noticias/2024/09/05/162638-proponen-mantener-vinculos-respetuosos-y-sin-violencia
En diálogo con Radio Noticias, la doctora destacó que el estrés, cuando se presenta en dosis pequeñas, puede ser beneficioso, pero cuando se transforma en “distrés”, sus efectos pueden ser devastadores para la salud, especialmente en el sistema cardiovascular.
“El estrés en sí no es malo. Es una respuesta normal del organismo para afrontar situaciones difíciles”, comentó Mana. Sin embargo, cuando este estrés se vuelve constante y excesivo, conocido como distrés, puede provocar inflamación crónica en el cuerpo, un factor clave en el desarrollo de enfermedades graves como infartos, hipertensión, diabetes y obesidad.
“El distrés crónico genera una inflamación continua en el organismo”, añadió, explicando que la liberación sostenida de cortisol y otras sustancias químicas puede dañar tanto al corazón como a otros órganos.
Un problema agravado por la situación económica
En su análisis, Mana también hizo hincapié en cómo la crisis económica en Argentina agrava la situación de salud de muchos ciudadanos. Según la profesional, la incertidumbre financiera y la falta de acceso a recursos médicos esenciales están afectando a una parte significativa de la población. “La gente quizás no quiere enfermarse, pero a veces no tiene otra opción”, afirmó. El acceso a los tratamientos y medicamentos necesarios para tratar las enfermedades cardiovasculares se ha vuelto cada vez más difícil debido a los elevados costos.
“Nos encontramos en una situación donde sabemos qué hacer para ayudar a nuestros pacientes, pero nos enfrentamos a la barrera del costo”, comentó Mana, resaltando la frustración que siente el personal médico al tener que lidiar con la burocracia de las obras sociales o buscar alternativas para financiar los tratamientos
Los costos de dispositivos y tecnologías médicas, como los stents o las cirugías cardiovasculares, son elevados porque muchos de estos elementos se importan y sus precios están dolarizados. “Aunque los médicos en Argentina no cobramos tanto, los dispositivos médicos y tecnologías que usamos tienen precios muy elevados”, explicó.
La inflamación, un enemigo silencioso
El impacto de la inflamación crónica es uno de los mayores desafíos que enfrentan los cardiólogos hoy en día. Mana señaló que, aunque la inflamación es un mecanismo natural de defensa del cuerpo, cuando se vuelve excesiva, puede provocar daños graves. “Imaginen que no hay virus ni bacterias, pero el cuerpo reacciona igual, atacándose a sí mismo. Eso es lo que llamamos distrés, y es muy dañino para el corazón y otros órganos”, afirmó.
Este tipo de estrés crónico se ha convertido en una de las principales causas de problemas cardiovasculares en Argentina, y aunque los avances en la medicina han permitido desarrollar tratamientos más efectivos, el acceso a estos avances sigue siendo un desafío importante. “Hay avances muy emocionantes en la medicina, pero cada vez están más lejos de nuestros pacientes, especialmente por los altos costos”, concluyó Mana.