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Agricultura regenerativa: el rastrojo y la habilidad competitiva también suman

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En una publicación recientemente difundida por Aapresid (https://www.aapresid.org.ar/blog/manual-sistemas-siembra-directa) se afirma lo siguiente; “Hay desde productores que cuentan cómo logran incluir cultivos de servicios en zonas semiáridas, cómo lograron regenerar suelos degradados por salinización, o cómo lograron aumentar la productividad/hectárea reduciendo la necesidad de insumos de síntesis como fertilizantes y herbicidas”.

En lo que respecta al cultivo de trigo, el desafío radica en empoderar a su genoma con determinantes génicos que lo calcen ante malezas, plagas y enfermedades. Tiempo atrás sí que había que implantar un cultivo de trigo sobre un suelo roturado en el que la humedad no sobraba, y que las malezas (cardos, nabos y ortigas, entre otras) le hacían pagar caro al trigo la osadía de invadir su ambiente. Allá por los ochenta, y gracias al germoplasma brindado por Jorge Nisi, se dio inicio en la Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNC) a un programa de selección recurrente en el que el puntapié inicial lo dieron dieciséis cultivares antiguos y actuales para la época (1953 al 1980). Después de dieciséis ciclos de selección recurrente se conformó un pool génico en el que se destacan principalmente el porte de la planta (erecto) y la producción de rastrojo. Si bien no se logró superar significativamente el rendimiento de los cultivares actuales, las líneas experimentales muestran una saludable habilidad competitiva frente a las malezas (dico- y monocotiledóneas).

Durante el 2023, y en el Campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNC), se cultivaron dos variedades comerciales de trigo (SY 120 y DM Pehuén) y una línea experimental (LE) perteneciente al décimo quinto ciclo de selección recurrente. Los tratamientos fueron los siguientes: cultivo puro, intercultivo entre genotipos de trigo y trigo consociado con colza a manera de maleza dicotiledónea. Todo replicado. Las parcelas correspondientes a los cultivos puros estuvieron constituidas por cinco surcos de 5 m de longitud distanciados entre sí por 0,2 m. En el intercultivo se alternaron once surcos de la LE con cinco surcos de cada cultivar comercial. En el consociado con colza se contó con cinco surcos por genotipo de trigo a los que transversalmente se les sembró la colza. Tal de contextualizar el ensayo en cuanto a su manejo y a las condiciones agro meteorológicas que lo rodearon se aclara que se lo sembró el 29/04/23, la densidad de siembra en el trigo fue de 200 semillas viables m-2 y en la colza de 125 semillas viables m-2, que el agua útil almacenada en el suelo a la siembra hasta los dos metros de profundidad fue de142 mm y que el acumulado de las precipitaciones acontecidas durante el ciclo del cultivo fue 49 milímetros. Por combinación de tratamiento se cosecho una muestra de 1.4 m2 y se midieron las siguientes variables: rendimiento en grano y producción de rastrojo (kg ha-1).

Tabla 1. Valores medios para el rendimiento en grano y en producción de rastrojo (kg ha-1)
Tabla 2. Comportamiento de los genotipos de trigo frente al consociado con colza (cultivo puro de trigo=100%).
Tabla 3. Comportamiento de las variedades de trigo DM Pehuén y SY 120 intercultivados con LE (LE=100%).
Tabla 4. Comportamiento de las variedades de trigo DM Pehuén y SY 120 cultivadas puras respecto a LE también cultivada pura (LE=100%).

Los resultados que se presentan en las tablas 2 y 3 hablan por sí solos. Los cultivares comerciales DM Pehuén y SY 120 cuando consociados con colza tuvieron una merma en el rendimiento cercana al 50% respecto al cultivo puro. LE redujo su rendimiento cuando consociada con colza en un 13%. Las variedades comerciales ya mencionadas también vieron reducido su rendimiento cuando fueron intercultivadas con LE. En promedio en un 30%. La merma en la producción en rastrojo fue más marcada cuando los cultivares comerciales se cultivaron consociados con colza (dicotiledónea) respecto al intercultivo (monocotiledónea). Otro cantar es el rendimiento de los tres genotipos cuando cultivados puros (Tabla 4). En este contexto los rendimientos en grano y la producción de rastrojo de LE fueron menores a los alcanzados con los cultivares DM Pehuén y SY 120.

El advenimiento de los trigos de baja estatura dio pie a Donald (Donald, 1981) para presentar en sociedad un ideotipo de trigo exitoso o ideotipo comunal (colectivista), poco competidor y hecho para vivir en una comunidad ideal de plantas. Por decirlo de alguna manera, a esta visión del mejoramiento genético responden los cultivares DM Pehuén y SY 120. Por su parte Weiner et al. (2010), al explorar la competencia entre cultivos y malezas, afirman que debería ser posible desarrollar cereales con una habilidad competitiva (individualista) lo suficiente efectiva tal de privar a las malezas (dico- y monocotiledóneas) de la luz necesaria para crecer y desarrollarse. Quizás los trigos antiguos eran algo más todo terreno que lo actuales, debido a su mayor habilidad competitiva ante las malezas y su rusticidad para implantarse en suelos roturados (pulverizados) y limitados en cuanto al agua almacenada en el suelo.

En síntesis, la sangre antigua se constituyó sobre la base de hacer frente a un ambiente hostil, sacándose de encima todo aquello que le privase de dejar descendencia (semillas), aún a sus propios congéneres.

Por Ricardo Héctor Maich – docente universitario UNC – Email. [email protected]