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Aunque el sueño exportador ya se vio frustrado varias veces, Víctor Tonelli sigue siendo optimista: “Si no apuntamos a eso y le damos competitividad, la ganadería vacuna no tiene futuro”

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Hace casi diez años que el consultor Víctor Tonelli participa, en forma rigurosa, de cada una de las jornadas de las carnes, que se realizan desde 2015, en las sucesivas ediciones de la Exposición Rural de Palermo. Eso le ha permitido analizar las distintas modificaciones que afrontó “el gran sueño exportador” argentino, con la llegada de distintos gobiernos, y que todavía hoy cree que es importante perseguir.

“La quita de todo tipo de restricción de por sí ya es un avance y esperemos que eso no se modifique. Yo tengo la impresión de que este gobierno no lo va a modificar. Esperemos que sea política de Estado hacia adelante”, dijo en primer lugar el analista, durante una charla con Bichos de Campo.

¿Y qué se necesita para que exploten las exportaciones de carne? Porque aunque suene increíble, debido a que el gobierno de Milei desarmó los cupos de exportación y las prohibiciones de cortes que estaban vigentes, los embarques de carne vacuna están cayendo unos peldaños este 2024 en relación con el año pasado.

“Cuando uno dice ‘la política no ayudó’ es cierto, pero el golpe de gracia lo dio la sequía. Tenemos como mínimo un año y medio para recuperar parcialmente el stock que se perdió, que fue cerca de un 1 millón de cabezas. No es tanto, pero lo que se perdió fue la recría, que son los kilos adicionales que se requieren para ir a la exportación”, explicó Tonelli.

“Ahora lo que se requiere es recomponer el stock, y modificar y ajustar muchos temas que tienen que ver con la productividad, el tipo de animal y sobre todo el peso. Yo diría que hasta bien entrado el 2025 no vamos a tener el volumen y la calidad que requiere la exportación”, analizó a continuación.

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-¿Te parece que vale la pena jugar el partido de recuperar espacios en el mercado externo?– le preguntamos frente a este panorama.

-Sí, no tengo la menor duda. Argentina consume 45 a 50 kilos. Eso es el 65% de lo que producimos. Si todo el crecimiento que esperamos que se genere en la producción, a través de eficiencia y productividad, no tiene como destino la exportación, directamente el negocio no tiene sentido de ser.

-¿Porque va a sobrar carne en el mercado interno, se van a deprimir los precios y vamos a entrar en el círculo vicioso?

-El mercado interno no va a consumir mucho más de 45/50 kilos porque ha habido un cambio de hábitos, ha crecido muchísimo la competencia de las otras carnes y todavía no ha despegado el porcino. El porcino está llamado a cubrir 25 o 30 kilos mínimos y hoy está en 17. Por lo tanto, esos 5 o 10 kilos más por habitante por año que le faltan, ¿a quién crees que se lo van a sacar? A la carne vacuna, como ocurre en el mundo. Por lo tanto, si no le apuntamos a la exportación y le damos toda la competitividad que necesita, la ganadería vacuna no tiene futuro.

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Pero para lograr esto Tonelli fue categórico: “Necesitamos centralmente salir al mundo a recomponer relaciones comerciales, institucionales y tratado de libre comercio”.

La razón es que competidores como Estados Unidos y Australia podrán acceder a mercados a los que Argentina busca alcanzar desde hace tiempo sin ningún tipo de arancel, lo que sin dudas no dejará terreno para la competencia.

“Hoy tenemos una planta maravillosa en la Patagonia como es Fridevi, que está habilitada para Japón, pero cuando llega su carne a destina paga un 40% adicional sobre costos, fletes y seguro. Estados Unidos el año que viene entrará con cero arancel y Australia igual en 2028. En esas condiciones, habilitar o tener el acceso a los mercados es casi una utopía”, sentenció.

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-¿Cómo te imaginás el futuro del sector?

-Yo creo que Argentina, sin despeinarse demasiado, tendría que estar entre 3 millones y medio de toneladas camino a las 4 millones toneladas total de producción. Este año vamos a estar debajo de las 3 millones. Esas 500 mil o 1 millón más, prácticamente tienen que ir a la exportación.

-En plata, ¿cuánto representa?

-Vos tenés que estar calculando alrededor de 4.500 dólares peso-producto. Eso es mucha plata, con posibilidades de ingresar a nuevos mercados donde hoy no estamos, como el sudeste asiático y el norte de África, que pagan entre 50% y hasta 100% más por los mismos cortes.

-Con lo cual lo que hoy exportamos por 3 mil millones podríamos fácilmente duplicarlo.

-Mi lectura es que podemos crecer 30% más en la producción sin mayores dificultades, pero en las exportaciones podríamos estar facturando si no el doble, el 70% más.

-Diez años después de que nació aquella famosa Mesa de las Carnes, ¿vale la pena seguir soñando con la Argentina exportadora?

-No tengo duda, porque uno ve hacia dónde va el mundo y el crecimiento de la demanda internacional. Hace 15 o 20 años el temor eran los veganos y la carne sustituta, y no pasó nada. Los veganos crecen al ritmo del 5%, mientras que los asiáticos y aquellos del norte de África crecen a un ritmo del 50%. Incorporan la carne a sus dietas y en distintos nichos, no es solamente un commoditie. Hasta ahora vendemos la vaca conserva, y digo esto en voz baja porque hasta me da vergüenza. Hoy decimos que nuestras exportaciones son brutales y 500 mil toneladas son carne de cuarta. El bife de chorizo también lo podemos vender, pero para eso necesitamos políticas de estado que no coarten ese crecimiento y el futuro. Yo sigo siendo optimista.