Caos en San Lorenzo: hinchas furiosos y una asamblea de socios que terminó en escándalo
Horas difíciles en San Lorenzo. Los malos resultados mandan y a la hinchada se le acabó la paciencia. Antes del partido ante Tigre, el Nuevo Gasómetro explotó contra la dirigencia y los jugadores y reclamó por un título, algo que no sucede desde 2016, cuando ganó la Supercopa Argentina válida por la temporada anterior.
«Queremos salir campeones», cantaron los fanáticos del «Ciclón» contra el equipo que capitaneó el vasco Iker Muniain. En el último tiempo, el equipo de Boedo llegó a octavos de final de la Copa Libertadores, aunque con un juego poco vistoso y con resultados amigables en el ámbito, lo que llevó al fin del ciclo de Leandro Romagnoli como DT y su reemplazo por Miguel Ángel Russo.
Horas antes del partido, la dirigencia de San Lorenzo tenía prevista la asamblea de socios en la que debía votarse el balance del año, el primero del mandato de Marcelo Moretti como presidente, con seis meses de la actual dirigencia y otros seis de la anterior. Sin embargo, todo terminó en escándalo.
El Polideportivo Roberto Pando, en Boedo, donde está la actual sede deportiva, se llenó de gritos que clamaban «que se vayan todos». Los objetos, según se informó, volaron para todos lados. Y la reunión debió suspenderse.
Como adelantó Ámbito, las deudas aquejan al club. Y al malestar se suma un hecho que trascendió en las últimas horas y que caldeó más los ánimos. Se trata de la venta a Defensa y Justicia de dos juveniles por la magra suma de u$s 1,5 millones: Santiago Sosa, volante que integra la Selección Argentina Sub 20, y Agustín Hausch, ambos por el 50% de la ficha.
La semana pasada trascendió que varios referentes del plantel profesional de fútbol tuvieron una reunión con Moretti para tratar el tema de los sueldos adeudados. En ese saldo radica el motvo de por qué el presidente decidió dilapidar dos promesas del club. Las próximas horas serán cruciales para el Santo de Boedo.