Cómo se montó el operativo cerrojo que permitió atrapar a conocidos delincuentes que se alzaron con más de 80.000 dólares de El Bolsón
Alexis David Jaramillo es un avezado delincuente oriundo de Trelew y uno de los co autores de un millonario botín que sustrajeron de un vehículo en la localidad rionegrina de El Bolsón el pasado jueves pasado el mediodía utilizando inhibidores de señales.
Ayer viernes alrededor de las 15:15 interceptaron a Jaramillo a bordo de un Volkswagen Cross Fox en el cruce de las rutas 40 y 259. Aún vestía las mismas prendas de vestir observadas en las secuencias filmadas en el lugar del hecho que el segundo jefe de la comisaría 12 de El Bolsón subcomisario Escobar, les envió a la División Policial de Investigaciones de la comarca andina de la Policía del Chubut.
El botín que se habían traído y repartido los delincuentes era por demás importante: 80 mil dólares y 4 millones de pesos en moneda nacional, y otros objetos como un teléfono celular y un bolso de plástico. A Jaramillo lo habían visto días atrás con otro conocido de la policía, Ramón Santul.
Se compartió toda la información entre dependencias policiales de la cordillera chubutense y particularidades de los vehículos en que se movilizaban. Es así que el operativo cerrojo estaba en marcha, y a la altura del puesto Leleque y cruce de ingreso a la localidad de El Maitén, cruzaron al Fiat Toro blanco dominio AC-255 DD y unos 50 kilómetros después cruzaron el VW Cross color gris con vidrios polarizados patente GPE 855 propiedad de Ramón Santul, quien se acompañaba de su pareja Oriana Neipan y N. S.
Con esa información suministrada a la DPI en Esquel, desde otra localidad de la comarca andina mandan otro móvil policial en dirección a Esquel, aunque sería en Corcovado donde detectarían el vehículo que buscaban. Hubo férrea resistencia hacia los uniformados, pero finalmente fueron todos detenidos y quedaron a disposición de la Justicia de Río Negro por el millonario hurto, pero también por el atentado y resistencia a la policía del Chubut.
Al menos esta vez, los delincuentes probaron que el crimen a veces, no paga.
