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Difícil situación económica para las pymes: Caída del consumo y futuro preocupante

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El panorama es complejo y la preocupación entre los empresarios es palpable. La falta de consumo ha llevado a que algunos comercios cierren sus puertas, y aquellos que siguen operando lo hacen bajo condiciones muy adversas.

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) de la provincia de Río Negro están enfrentando una situación económica complicada, marcada por la caída del consumo y la pérdida de poder adquisitivo, y en ese sentido, Martín Lemos, referente de la Federación de Entidades Empresarias de Río Negro (FEERN), habló con Radio Noticias sobre los desafíos actuales que enfrentan estas empresas, destacando el impacto negativo que esto tiene en su producción y sostenibilidad.

Lemos explicó que “la situación de todo el sector en la provincia de Río Negro es bastante complicada. Cada uno en su rubro ha tenido caídas mayores o menores, no solo interanuales, sino también mensuales”. 

En este contexto, Lemos comentó que, tras comunicarse con varios referentes provinciales, “ya se está evaluando la posibilidad de suspensiones o despidos de trabajadores”. Según él, la crisis se debe en gran parte a “la pérdida de poder adquisitivo y el aumento de costos”, lo que deja a muchas pymes en una posición vulnerable.

A pesar del difícil contexto, Lemos subrayó el carácter optimista de los empresarios: “Nosotros somos eternos optimistas. Esa es la característica principal de un emprendedor y empresario. Siempre desde nuestro lado, en el ámbito privado, uno trata de optimizar todos sus números para que el negocio sea rentable”. Sin embargo, reconoció que “la situación ha ido empeorando y no ha mejorado en absoluto”.

Respecto a posibles soluciones, Lemos mencionó que “hay algunas cuestiones, como la reforma laboral, que podrían aliviar un poco la situación”, pero enfatizó que lo más importante es “que haya poder adquisitivo y que se reactive el consumo”.

El impacto de esta crisis se ha sentido también en los costos operativos, especialmente con el aumento de las tarifas de servicios como la luz. Esto, según Lemos, ha obligado a muchos comerciantes a trasladar esos costos a los precios en las góndolas, complicando aún más su situación financiera.

Lemos también hizo referencia a la baja productividad que enfrentan las pymes, señalando que “están trabajando con el 60% de su capacidad instalada, lo que significa que muchas están produciendo menos de lo que podrían, dejando maquinaria y personal ocioso”. 

Finalmente, Lemos advirtió sobre la dificultad que muchas pymes han tenido para cumplir con sus obligaciones salariales, especialmente durante el mes de julio. Para agosto, la situación no ha mostrado signos de mejora, y “seguimos esperando que se tomen decisiones que ayuden a reactivar el consumo y a mejorar la situación económica”.