Este es el país más barato para vivir en Sudamérica: la diferencia de precios con Argentina
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Casi a nivel global, la inflación y la incertidumbre económica empujan a millones de personas a buscar destinos más baratos para residir. Ahí, Paraguay emerge como el país más barato de Sudamérica para vivir con los alquileres y alimentos más accesibles de la región.
Con un índice de costo de vida de 23,02 -según Numbeo- el país vecino se posiciona como un oasis económico a diferencia de Argentina, que enfrenta un costo de vida significativamente mayor, con un índice de 35,75 que la ubica en el octavo lugar regional.
Alimentos: el supermercado, un reflejo de la brecha económica
Según un estudio de la Fundación Ecosur, publicado el abril pasado, el costo mensual de una canasta básica alimentaria para una familia tipo de cuatro personas (dos adultos y dos niños) en Paraguay asciende a G. 2.726.520 (u$s342, al tipo de cambio de G. 7.960 por dólar). En tanto, el mismo relevamiento realizado en supermercados de Argentina, estima un gasto de $1.100.000 (u$s956, al tipo de cambio oficial de $1.150 por dólar), es decir, más del 179% de diferencia. Apenas estas dos cifras comparativas demuestran que el gasto en alimentos es uno de los indicadores más claros de las diferencias entre estos dos países.
En Paraguay, los precios estudiados en las cadenas de supermercados más recurridas muestran que los productos como carne, lecha, pan, frutas y verduras son notablemente más baratos que en Argentina. Por ejemplo, un kilo de carne vacuna, en Asunción, cuesta en promedio G. 48.000 (u$s6), mientras que en Buenos Aires ese mismo corte asciende los $8.000 (u$s6,9).
De la misma forma, un litro de leche en Paraguay está, aproximadamente, unos G. 7.000 (u$s0,88), frente a $1.500 (u$s1,3) en Argentina, según datos de Numbeo actualizados a mayo de 2025. Estas diferencias se explican por la baja inflación paraguaya, alrededor del 4% anual, mientras que Argentina tiene índices similares en solo dos meses.
Para ser más precisos, en Argentina, la inflación, que alcanzó el 117,8% anual en 2024, encarece los alimentos de una manera constante. Pese a que el país sigue siendo más competitivo y accesible frente a Uruguay -donde la canasta básica cuesta u$s646-, el impacto en el poder adquisitivo es evidente. Más aún si se compara con el salario mínimo donde el paraguayo, de G. 2.798.309 (u$s351), cubre prácticamente el total de la canasta básica, permitiendo a las familias saciar sus necesidades alimentarias con mayor comodidad. En contraste, el salario mínimo argentino, de $300.000 (u$s260), representa menos de la mitad del costo de la canasta básica.
Alquileres: viviendas accesibles en Paraguay, un lujo en Argentina
El mercado inmobiliario es otro terreno donde Paraguay brilla como el destino más económico de Sudamérica. Según Numbeo, el índice de alquiler en Paraguay es de 8,60, el más bajo de la región; mientras que Argentina registra un índice de 10,50, reflejando un mercado más costoso, especialmente en áreas urbanas. En Asunción, alquilar un modesto departamento de un dormitorio cuesta entre G. 2.400.000 y G. 3.200.000 (u$s300-400), y en zonas periféricas los precios caen a G. 1.440.000. 1.920.000 (u$s180-240). En Ciudad del Este, los valores son parecidos, con opciones de monoambientes desde G. 2.000.000 (u$s250).
Pero en Argentina el panorama cambia rotundamente exponiendo unos precios más elevados, especialmente en el territorio porteño, donde un departamento monoambiente cuesta entre $400.000 y $600.000 (347-521 dólares).
En el interior, como en Córdoba o Catamarca, un departamento de dos ambientes (50-60 m²) puede costar entre $200.000 y $300.000 (u$s173-260), según estimaciones basadas en datos de la Federación Inmobiliaria de la República Argentina ajustados por inflación. Sin embargo, la presión inflacionaria y la alta demanda en centros urbanos hacen que los alquileres sean poco accesibles, especialmente para trabajadores de ingresos bajos.y
Y para aquellas familias numerosas, la situación se torna aún más compleja: una casa en una zona cara de Asunción, como el barrio Villa Morra, sale alrededor de G. 3.200.000 (u$s400). En Buenos Aires, un inmueble similar en Palermo o Recoleta supera los $600.000 (u$s521), y en zonas más céntricas puede alcanzar los u$s800.
Esta brecha se debe a un mercado inmobiliario paraguayo menos saturado, con una oferta abundante y costos fijos estables, frente a un mercado donde la inflación y la especulación inmobiliaria elevan los precios. Esto mismo genera que en Paraguay, los contratos de alquiler sean más flexibles, con ajustes anuales moderados, mientras que en Argentina los aumentos trimestrales o semestrales, atados a índices inflacionarios, encarecen rápidamente las locaciones.
Más allá de los números, no puede ignorarse que el costo de vida en Paraguay y Argentina está profundamente influenciado por sus contextos económicos. El país guaraní disfruta de una estabilidad macroeconómica envidiable, con una inflación baja y un tipo de cambio estable (G. 8.000 por dólar en mayo). Esto permite que los precios de alimentos y alquileres se mantengan accesibles, incluso para expatriados que perciben ingresos en monedas fuertes.
Argentina, por su parte, enfrenta un panorama más complejo: la inflación crónica, combinada con una devaluación constante del peso, encarece los bienes en dólares, especialmente los alimentos. Aunque el poder adquisitivo local es ligeramente superior al de Paraguay, la erosión del salario real reduce la capacidad de las familias para cubrir necesidades básicas. Los servicios públicos, aunque más baratos que en otros países de la región, no compensan el impacto de los altos costos de alimentarse y alquilar.