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Franco Michelli era productor agrícola y decidió sumar las ovejas para compartir una tarea con su familia: Hoy distribuye cortes de cordero envasados al vacío por toda Córdoba

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Franco Michelli (48) se venía dedicando a la producción agrícola desde 1998, cultivando soja, maíz, garbanzo, poroto, en la región central de la provincia de Córdoba, en Colonia Tirolesa, a sólo 30 kilómetros al norte de la capital. Hace tiempo que ha logrado tener sus propias máquinas para trabajar en campos alquilados. Pero hace unos pocos años empezó a buscar complementarse con alguna actividad más entretenida, en la que incluso pudiera involucrar a su familia, sobre todo a sus tres hijas. Y encontró, eso que buscaba, en la cría de ovejas.

Cuenta Franco: “En 2019 conseguí un crédito de la ley ovina con el que compré la primera majada y creé mi cabaña de ovinos a la que le puse por nombre ‘Cuatro Reinas’, por mi esposa y mis tres hijas. Yo quería empezar con ovejas Texel, porque con esta raza podría tener 4 pariciones al año. Porque el mercado común acostumbra tener pariciones sólo a fin de año, y se vende todo para las fiestas. Eso hizo que hoy yo pueda estar proveyendo, al consumidor, de cordero fresco durante todo el año. Recuerdo que cuando era niño, pasaba lo mismo con el cerdo. Hoy tenemos 1,34 % de pariciones por madre. 

Le preguntamos: 

-¿Cómo fue que lo pudo concretar?

-Como nadie tenía grandes majadas Texel, tuve que ir comprando de a tandas, en diversos lugares del país. Compré la primera majada en el norte de Córdoba, en Las Víboras, otra en Mar del Plata, etc. Así llegué a tener 3000 madres Texel y las comencé a cruzar con carneros Dorper. De este modo fui logrando una ganancia de peso entre 300 y 350 gramos por día, subiendo el peso de faena a los 60 kilos de animal vivo. Pero como para esto, la oveja llevaba demasiado tiempo en el campo, decidimos bajarlo a los 50 kilos. 

-¿Al buscar el aumento de peso, no se les va en exceso de grasa?

-No, la ventaja que logramos es que, al aumentar el peso, no se nos excede en grasa, sino que mantiene una carne magra. Porque ambas razas, Dorper y Texel, son carniceras, que se caracterizan por tener baja cantidad de grasa intramuscular. Y el consumidor, casi no se da cuenta de que está comiendo cordero, ya que el sabor intenso se lo da la grasa. Por eso hay mucha gente que no gusta de comer cordero. Algo que el común de los consumidores no sabe, es que cuando se cruzan dos razas puras, la descendencia resulta mejor que sus progenitores.  

-¿Cómo es la crianza a campo?

-Poco a poco fui haciendo una fuerte inversión en infraestructura: manga, brete, balanza para ovinos, etc. Desarrollé un pastoreo racional Voisin (PRV), criado a alfalfa, y la empresa Letis nos otorga la certificación orgánica. Caravaneamos con sistema electrónico, que nos da la ventaja de hacer un seguimiento diario de la ganancia de peso, y separar a los que manifiestan alguna anomalía. Aclaro que debo poner toda mi energía en la producción de buena pastura y suficiente. Uno produce pasto, no carne. La oveja es una consecuencia. Si no logro tener buena pastura, no tendré ovejas sanas, ni en celo, ni con buen promedio de pariciones, etc. Uno trabaja para alcanzar condiciones de pastura en tiempo y forma. 

-¿Y cómo es el sistema de los corrales?

-En 70 hectáreas conformamos corrales de una hectárea. A su vez a cada hectárea la subdividimos en 4 corrales, logrando un total de 280 corralitos, hechos con boyeros eléctricos y redes. Tienen bebederos con agua buena. Las ovejas no vuelven a comer en el mismo lote, hasta los 3 a 5 meses, dependiendo de las lluvias y de la época del año. Con las redes voy achicando o agrandando los corrales a mi gusto, porque el animal no debe comer más de dos días en el mismo lote, para no deteriorar la pastura. 

-¿Viste que no había nadie en tu provincia que elaborara cordero trozado y envasado al vacío para comercializar?  

-Exacto. Decidí lanzarme y ser el pionero, aunque de modo tercerizado. Hoy me faena un frigorífico habilitado, en Río Cuarto, que me queda a 250 kilómetros del campo. Nos lo troza, envasa en bolsas al vacío y etiqueta con nuestra marca, con un código QR, que el cliente, al escanear, ingresa a nuestra página web, donde puede hacer un seguimiento de la trazabilidad del producto y obtener toda la información de cómo y cuándo fue elaborado. 

-Todo este mundo de la producción pecuaria y de la comercialización fue algo nuevo para vos.

-Sí, como yo venía de la producción primaria de comodities, no tenía experiencia y tampoco, de quién tomar referencias, ya que hasta hoy no tengo competencia en mi provincia. Claro, que también resultó una ventaja. Tuve que aprender sobre marketing, imagen de producto y de empresa, manejo de redes sociales, packaging, etc. 

-¿Tenés mucho personal a cargo?

-Tengo 7 personas en el campo, un veterinario a tiempo completo, un vendedor y una administrativa. 

-¿Entonces qué productos comercializás hoy? 

-Produzco carne de cordero orgánica, libre de hormonas, antibióticos y aditivos perjudiciales a la salud. Comercializamos el animal entero y trozado, envasado al vacío: Paleta, Gigot, Chuleta, Picaña (o Picana), Osobuco, Rack, Costillar, T-Bone, Carne molida, Pulpa, Riñón, Crepin, Corazón, Lengua e Hígado. El Senasa nos autoriza a mantener hasta 21 días la carne fresca envasada, y un año, la carne congelada. Hoy tercerizo la distribución, pero a futuro, pienso ocuparme de ella para bajar costos. Pienso comprar un camión y un vehículo utilitario.

-¿Venden de alguna otra forma?

-Sí, además producimos y vendemos animales de cabaña Dorper. Es muy lindo que nuestras tres hijas hoy nos estén acompañando en la presentación de nuestros mejores ejemplares en la pista central de Palermo. El año pasado hemos ganado el premio Reservado Gran Campeón macho Dorper y este año estamos felices de poder volver a participar, a pesar de que el rubro venía muy parado desde diciembre de 2023. 

-¿Y cómo notás el presente? 

-No puedo explicarme por qué, pero en el último mes se han comenzado a reactivar las ventas. El 70 % de nuestros clientes es del canal de hoteles y restoranes, incluso de bodegas mendocinas. También entrego a dos carnicerías de Córdoba, a fábricas de pastas y de empanadas. Muchos nos compran la carne molida para hamburguesas. Lo que me sucede es que necesito aumentar mi mercado para poder hacer rotar mis productos. Me cuesta mucho mantener por más tiempo el animal a pasto, y alquilar una cámara para guardar el cordero a 20 grados bajo cero me cuesta un millón y medio por mes, de alquiler, al frigorífico. 

-¿Y entonces que estás proyectando hacer para mantener o aumentar tus ventas?

-Estoy haciendo muchas campañas de promoción, porque mis productos son nuevos y nadie quiere lo que no conoce. Hoy el cliente puede consumir cordero todo el año, y en forma personal, sin necesidad de comprar medio animal siquiera. Pero además estamos ofreciendo a nuestros clientes, venderles sin etiqueta o fresco, sin envasar al vacío, para bajarles los precios y que el producto se torne más accesible y rote. También estoy pensando en faenar yo mismo. Hoy estoy tratando de ampliar mi majada. Tengo esperanza en que el sector se recupere, que se vuelva a mover como antes, si bien noto que para eso nos falta bastante. 

Franco Michelli eligió dedicarnos la canción Brindis, de Afo Verde, por Soledad Pastorutti. 

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