Según la reforma tributaria que pide el FMI, bajarán las retenciones, pero aumentará Bienes Personales

El mercado quiere saber cómo será la reforma tributaria que prepara el Gobierno para ser presentada al Congreso después de las elecciones de octubre próximo, y las principales pistas están en los mandatos del FMI en el último acuerdo firmado por el ministro de Economía, Luis Caputo.

La reforma impositiva que pide el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el marco del último acuerdo firmado por el Gobierno, es clave ante la relevancia que tiene ahora ese acuerdo respecto del rumbo del programa económico oficial y que va a tener consecuencias microeconómicas, afirma Guillermo Pérez, CEO de Grupo GNP.

Esa reforma no habla de reducir impuestos y, si habla de eliminar algunos, inmediatamente pide reemplazarlos por otro, tanto a nivel nacional como provincial, en especial, con aumentos de impuestos al patrimonio, entre los que figura Bienes Personales y el impuesto inmobiliario en las provincias.

Por otra parte, el ministro de Economía, Luis Caputo, prometió a inversores convocados por el J.P. Morgan en Washington que su equipo trabaja en eliminar retenciones a las exportaciones y el impuesto a los débitos y créditos bancarios y tendría un costo equivalente al 3% del PBI. El proyecto recién se presentará en diciembre de este año

Cuál es la reforma impositiva del FMI

El FMI le dijo al Gobierno que es imperioso avanzar en una reforma impositiva, y que esta debe ser neutral en materia de recaudación, explica Pérez, e indica:

No habla de reducir impuestos, salvo en el caso de los impuestos distorsivos que pesan sobre las exportaciones y las transacciones financieras, es decir, las retenciones y el impuesto a los débitos y créditos.

Sin embargo, esos impuestos deben ser reemplazados por otros, para el FMI. En concreto, por impuestos directos y más simples sobre empresas y personas. Pérez aclara que esto supondría más imposición a las ganancias y los patrimonios.

El FMI también pide eliminar el Monotributo y pasar con un régimen puente de transición al régimen general. Lo que se critica es que el nivel de imposición con el Monotributo es muy bajo. Para Pérez, el riesgo es que ese régimen puente se convierta en algo definitivo.

Qué dice el Fondo sobre el gasto tributario

El otro punto importante se refiere al Impuesto a las Ganancias sobre sociedades, donde el Fondo pide su simplificación y una reducción sustancial, afirma Pérez, y señala:

Al hablar de alícuotas más bajas, el FMI pide compensarla la pérdida de recaudación eliminando deducciones y exenciones.

También teniendo más control sobre lo que llama el «abuso en la transferencia de beneficios». Esto es el régimen de precios de transferencia. Lo que se busca es que las empresas no triangulen entre sí para dejar renta en países donde no estén gravadas.

Sobre lo que se conoce como gasto tributario, habla 3,5% del PBI se pierde de recaudación por dar ciertos regímenes de promoción sectoriales o provinciales. Menciona especialmente el régimen especial de Tierra del Fuego.

También pide evaluar la caída de tributación por los regímenes especiales para los sectores energéticos y mineros.

La minería tiene beneficios aduaneros e impositivos, y para el FMI la continuidad de este esquema se debe evaluar frente a la actual vigencia del RIGI.

Qué exige esta reforma para las provincias

A nivel provincial, el FMI pide eliminar gradualmente los impuestos distorsivos. Acá está señalando el Impuesto sobre los Ingresos Brutos. Esto es muy difícil porque la recaudación de ese tributo representa 75% de la recaudación provincial, sostiene Pérez.

Para el Fondo, debe ser reemplazado por mayor imposición sobre los inmuebles, especialmente, en el agro. Esto sería muy grave para la economía y generaría fuertes protestas por parte de los sujetos alcanzados, advierte, y considera:

A esto se suma que, para el FMI, toda esta reforma impositiva estructural debe ir acompañada por una reforma de la ley de coparticipación y los marcos de responsabilidad fiscal.

Esto es muy complejo. Existe un mandato constitucional incumplido de 1994 para reformar la coparticipación y seguimos regidos por una ley vetusta de 1998. Esa norma se dictó por el plazo de un año, que vuelve a estar en vigor en forma periódica y de manera automática mientras no sea reemplazada.

Esta ley no responde a una distribución entre Nación y provincias, y entre las provincias entre sí que responda a indicadores económicos y sociales objetivos, como la infraestructura habitacional, educativa o productiva. Está hecha con base en distribuciones arbitrarias de los años 85, 86 y 87, tres años en los que no hubo coparticipación.

La dificultad para modificar la coparticipación surge de que todo el país está sostenido por tres provincias: Buenos Aires, CABA y Santa Fe, que aportan 70% del PBI y solo reciben el 40% de la distribución secundaria, cuando todas las del Norte y Cuyo, salvo Mendoza, aportan 15% del PBI y reciben 45% de la distribución secundaria.

Hay 3 provincias que sostienen a todo el país, tres que empatan: Córdoba, Mendoza y Santa Fe, y en la Patagonia, dos que reciben y dos que sostienen, con lo que empatan en conjunto.

Es muy difícil que las provincias acuerden un cambio en la coparticipación con la aceptación absoluta de todas las jurisdicciones, como exige la Constitución, cuando 18 están muy beneficiadas por el esquema actual, 3 empatan y 3 sostienen al resto.

Una reforma tributaria como la que pide el FMI, va a depender mucho, en cuanto al grado de implementación que pueda alcanzar, de como resultan las elecciones de octubre, y el de poder que alcance el partido oficialista frente a la oposición. Y si el Gobierno va a legislar por el Congreso, ya que toda reforma impositiva debe pasar por ahí, o si pretende utilizar decretos de dudosa legalidad, remarca Pérez.

Qué adelantó el presidente Mieli

Más allá de lo que dijo el FMI, el presidente adelantó su propia posición sobre la reforma tributaria en la Asamblea Legislativa del 1 de mayo, aunque con un comentario muy escueto, remarca Pérez, y subraya:

Milei dijo que Argentina tiene una gran cantidad de impuestos y que los iba a derogar para mantener con los 7 o 9 que más recaudan.

También hablo de eliminar los más distorsivos, como el impuesto PAIS, que ya fue eliminado, el impuesto a los débitos y créditos, así como ver de qué manera disminuir las retenciones a las exportaciones. Sobre los impuestos que quedarán vigentes, Milei buscará reducir las alícuotas

Lo primero, eliminar impuestos de baja recaudación, es fácil, porque en general son tributos no coparticipables a las provincias. La parte de bajar alícuotas es más complicada, porque esos 9 impuestos principales sí son coparticipables y tendrán el rechazo provincial.

Después dijo que, si baja el nivel de recaudación y a las provincias no les alcanza, deben gravar ellas con impuestos directos o indirectos para satisfacer los gastos provinciales y que, de esta manera, va a quedar al descubierto cuáles son las más eficientes y cuáles no. O sea, que Milei quiere federalizar la imposición, fiscalización y recaudación de tributos, concluye Pérez.

Para saber cómo será la reforma impositiva que el Gobierno presentará en diciembre próximo, es importante conocer los lineamientos que pide el FMI, donde no se bajan impuestos y, si alguno se elimina, debe ser reemplazado por más tributos a las ganancias y a los patrimonios.