Wall Street subió hasta 7,3% en noviembre ante el optimismo por la economía y nueva baja de tasas
En medio de una jornada acotada, tras el feriado de Acción de Gracias, sorpresivamente dos de los índices de referencia de Wall Street, el Dow Jones y el S&P 500 avanzaron hacia otro récord. Es que, crece el optimismo sobre una economía estadounidense fuerte y nuevas bajas de tasas de interés.
El índice Dow Jones de Industriales subió un 0,4% a 44.910,65 puntos; el S&P 500 ganó un 0,6% a 6.032,38 puntos y el Nasdaq Composite se apreció un 0,8% hasta los 19.218,17 puntos.
En el balance mensual, los índices de referencia cerraron con fuertes avances: el Dow Jones de Industriales escaló un 7,3%, el S&P 500 mejoró un 5,7% y el Nasdaq Composite ascendió un 6,3%.
Las acciones estadounidenses subieron ligeramente el viernes en una jornada de negociación más corta, con el enfoque puesto en la agenda de aranceles del presidente electo Donald Trump y la crucial temporada de compras del Black Friday para los minoristas.
En la última jornada de noviembre, las acciones más destacadas de la rueda fueron SoundHound AI Inc., que creció 19,3%; seguida de Archer Aviation Inc., que se valorizó 18,6%; y Bitdeer Technologies Group, que se alzó 16%. En el otro extremo, las que más cayeron fueron Grifols S.A, un 13,5%; mientras que Cosan S.A cedió 9,8% y XP Inc. un9,2%.
Algunas buenas noticias incentivaron a los inversores
Los informes de que los aranceles comerciales de Estados Unidos a China no serán tan severos como se temía, lo cual también ayudó a la confianza, ya que los inversores apostaron por una guerra comercial menos grave entre las mayores economías del mundo.
Los inversores se mantuvieron en gran medida fieles a las apuestas de que la Reserva Federal recortará aún más las tasas de interés en diciembre, aunque las perspectivas a largo plazo siguen siendo inciertas, en medio de una inflación rígida y la posibilidad de políticas expansivas bajo el presidente electo Donald Trump.
Los mercados también parecieron estar poco disuadidos por el empeoramiento del conflicto entre Rusia y Ucrania, mientras que Israel y Hezbollah intercambiaron acusaciones de violar un alto el fuego anunciado recientemente.
Wall Street vivió un noviembre espectacular
Los índices de Wall Street sufrieron algunos retrocesos en las últimas sesiones, especialmente porque las acciones tecnológicas se vieron afectadas por una serie de débiles resultados y un mayor escrutinio regulatorio.
Sin embargo, las compras en sectores económicamente sensibles mantuvieron a los índices bursátiles estadounidenses cerca de máximos históricos, y los inversores también se posicionaron para políticas más expansivas bajo el gobierno de Trump.
El S&P 500, el NASDAQ Composite y el Dow Jones Industrial Average subieron tras haber alcanzado una serie de máximos históricos dada la victoria electoral de Donald Trump.
La Fed dará su opinión sobre el futuro de tasas en la reunión de diciembre
La semana que viene, la atención se centrará en los comentarios de una serie de funcionarios de la Fed, incluido el presidente, Jerome Powell, para obtener más pistas sobre las tasas de interés.
A pesar de las señales recientes de una inflación rígida y la fortaleza del mercado laboral, los mercados mantuvieron en gran medida las expectativas de un recorte de 25 puntos básicos en diciembre, este posible recorte llevaría a las tasas de la Fed a descontar 100 puntos básicos en 2024.
Pero los funcionarios del banco central ofrecieron una perspectiva más cautelosa sobre las tasas en discursos recientes, lo que generó algunas preocupaciones de que la Fed desacelere su ritmo de recortes de tasas en 2025. También se espera que la inflación rígida provoque una tasa terminal más alta de la Fed durante su actual ciclo de flexibilización. La Reserva Federal se reunirá el 17 y 18 de diciembre y será su último encuentro del año.
La mirada del mercado: ¿cuáles son los activos más vulnerables para 2025?
El Bitcoin, el dólar estadounidense y los bonos globales podrían enfrentar riesgos de posicionamiento significativos de cara a 2025, según los analistas de J.P. Morgan en una nota del viernes.
Usando su Monitor de Posicionamiento de Activos Cruzados, J.P. Morgan subraya las vulnerabilidades viables a medida que los mercados se ajustan a la dinámica cambiante de la liquidez y la demanda. El Bitcoin y el dólar estadounidense están señalados por los riesgos de posicionamiento.
El banco dijo que observa posiciones elevadas en acciones, mientras que las de crédito están cercanas a neutrales, las largas en dólares las considera elevadas; y ve un infraponderamiento en materias primas, excluyendo el oro. En tanto, las de Bitcoin se encuentran elevadas.
«Por lo tanto, desde un punto de vista de posicionamiento, las clases de activos más vulnerables en 2025 son las acciones, el dólar y el bitcoin y las menos vulnerables son las materias primas distintas del oro«, dijo el banco. En cuanto a los bonos, se espera que el equilibrio global entre oferta y demanda se deteriore en 2025.
El banco proyecta una disminución de u$s0,9 billones en la demanda global de bonos en comparación con 2024, junto con una reducción relativamente modesta de u$s100.000 millones en la oferta neta.
Explican que, este desequilibrio podría resultar en una presión al alza sobre los rendimientos, con el rendimiento del Índice Global de Bonos Agregados potencialmente aumentando en 40 puntos básicos. Los bancos centrales desempeñarán un papel crucial en esta dinámica. J.P. Morgan señala que, si bien se espera que la Reserva Federal ponga fin a la contracción del balance a principios de 2024, seguirá pasando de los títulos respaldados por hipotecas (MBS) a las letras del Tesoro.
Añaden que el Banco Central Europeo (BCE) está dispuesto a detener por completo las reinversiones en su cartera PEPP (Programa de Compras de Emergencia frente a la Pandemia, se trata de un programa temporal del BCE que se lanzó en marzo de 2020 para hacer frente a los efectos de la crisis del COVID-19 en la economía), y es probable que el Banco de Japón (BoJ) acelere las ventas netas de bonos en 2025.
J.P. Morgan señala que, en conjunto, estas acciones ayudan a mejoras modestas en la demanda de bonos del banco central, pero no lo suficiente como para compensar la rebaja más amplia de la demanda global.