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El General Balza duro con los ideólogos de la guerra de Malvins: “Estuvo en manos de bastardos y sólo el 10% de los que combatieron eran profesionales”

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El Teniente General Leopoldo Galtieri creyó que el desembarcó de tropas argentinas en Malvinas podría convertirse en el salvoconducto que repare las atrocidades cometidas por una dictadura militar que, en abril de 1982, estaba en decadencia.

El pronóstico de “la gesta”, por absurdo que parezca, era que el Reino Unido no respondería a la recuperación argentina de las Islas, invadidas en 1833 por Inglaterra con una corbeta de 17 cañones, año en el que Mariano Moreno asumió como presidente. Allí vivían 260 personas.

Martínn Balza luego derrotar levantamiento militar militares carapintadas, el tres diciembre de 1990.Martínn Balza luego derrotar levantamiento militar militares carapintadas, el tres diciembre de 1990.

Por lo menos así, o algo así, ven muchos de los que de los vivieron o estudiaron el conflicto de abril de 1982. Otro Teniente General, hijo del un gobernador correntino del propio gobierno de facto, coincide bastante con esta mirada. “Fue una guerra absurda en manos de bastardos”, concluye Martín Balza, que estuvo en Malvinas al mando de un unidad integrado por conscriptos que cumplían con el servicio militar obligatorio de esa provincia del litoral.

Galtieri jugó a la guerra con una de las mayores potencias militares del mundo sin soldados profesionales. El 80% de los argentinos que participaron en Malvinas eran jóvenes de menos de 20 años que, como mucho, habían disparado algunos tiros en un polígono.

Martin Balza Martin Balza,Martin Balza Martin Balza,

La Mesopotamia argentina fue la zona que más conscriptos mandó a la guerra. Fue así porque en las provincias del Sur, mucho más cerca del guerra, los conscriptos que había eran recién ingresados. En cambio, los del litoral ya llevaban varios meses en los cuarteles, que no precisamente significa que estuviesen entrenados. No eran soldados.

“Fue un acto criminal”, califica Balza, como si fuera un espasmo desesperado “de una Junta Militar desprestigiada internacionalmente por la violación a los derechos humanos y un grupo de obsecuentes aduladores”.

Ex jefe del ejército general Martín Balza. Ex jefe del ejército general Martín Balza.

La Junta que ideó la guerra “privilegió dos erróneos supuestos: la no reacción de Inglaterra y contar con el apoyo o neutralidad de los EE.UU”, agrega también ex embajador de Colombia y Costa Rica.

En Malvinas combatieron 8.500 soldados y reciben la pensión de ex veteranos cerca de 23.000. Son tres jubilaciones mínimas, es decir, unos $650.000. Murieron 649 argentinos, la mitad de ellos por el hundimiento del ARA General Belgrano. El crucero fue construido por Estados Unidos y había participado en la Segunda Guerra Mundial. Otro Teniente General, Juan Domingo Perón, ordenó compraron el 1951. Pagó 7.800.000 de dólares, y fue bautizado como “17 de Octubre”.

Lo hundieron dos torpedos lanzados por un submarino nuclear británico, fuera de la zona de guerra.

Una guerra nunca es pacífica. Y siempre es cruel. Pero, a los ojos de Balza, puede haber o no animadversión. “Fue una guerra sin odio”, señala el General. Lo dice antes de recordar cuando, catorce años después de la finalización del conflicto en las islas, se reunió en Londres con Sir Jeremy Moore. “Me recordó que tu adversario en la guerra puede ser luego un camarada por el cual sentir respeto”.

En Malvinas hoy viven poco más de 3.000 personas. El 62% es nativo, el 23% británico y el resto extranjeros, con mayoría chilena (130 personas) y 5 argentinos.

Poco después del hundimiento del ARA Belgrano, Estados Unidos ofreció una salida para el reclamo argentino de soberanía y, así, terminar con la guerra. Nicanor Costa Mendez se trajo de Londres una propuesta del canciller del presidente Norteamericano, Ronald Reagan: poner las tres banderas en Malvinas, la argentina, la británica y la de Naciones Unidas.