En abril, Microteatro indaga en el deseo
“El bro y la sister”, de Carolina Liponetzky dirigida por Juan Tupac Soler, con actuaciones de Lucana Grasso y Federico Martínez, se presenta martes y domingos a partir de las 22.40, con cuatro funciones diarias.
Microteatro se renovó en abril con obras que abordan la temática del deseo. Desde el deseo sexual, la búsqueda del deseo en terapia, el deseo de venganza, el deseo de éxito o recobrar lo que alguna vez se tuvo, las 30 historias que se presentan de martes a domingos resultan una salida siempre atractiva que combina tragos, comida, teatro y un entorno donde predominan los amigos, las parejas y hasta las familias.
En sesión central de miércoles a sábados pueden verse “Hermanas gasolina”, escrita y dirigida por María Paula del Olmo; “Creer o reventar”, de Maricel Santin; “Desinteligencia artificial”, de Carla Scatarelli; “En el próximo capítulo”, de Marina Lamarca; “No apto para vecinos”, de Laura Otaola y Serrana Díaz y “Love rap”, dirigida por Jorge Román. En otras secciones, destacamos “El bro y la sister”, de Carolina Liponetzky dirigida por Juan Tupac Soler, con actuaciones de Lucana Grasso y Federico Martínez; que va los martes y domingos a partir de las 22.40; “Peligro de extinción”, dirigida por Sebastian Suñé, también martes y domingos en central y “Solo el deseo”, de Cecilia Meijide y Gabo Baigorria, los miércoles y sábados en Golfa.
Conversamos con el director y la actriz de “El bro y la sister”, Juan Tupac Soler y Luciana Grasso, sobre esta historia de dos jóvenes estrellas de la música que pasan del apogeo a la decadencia tras haber perdido la inspiración. Con ABBA como telón de fondo e inspiradores musicales, recurren a artilugios impensados y hasta macabros con tal de recuperar el brillo perdido.
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Periodista: ¿Qué les atrajo de la historia de hermanos?
Juan Tupac Soler: El juego, este encuentro de dos hermanos con un pasado extraño y exitoso a la vez. Como también sus lados surrealistas con este objeto/casco que les hace decir toda la verdad. Es interesante ver el intento de ellos por volver a ser los que fueron.
Luciana Grasso: Todo lo que sea musical me gusta y sobre todo me pareció divertida. Además trabajar con amigos es lo mejor y acá nos dimos ese gusto.
P.: ¿Cómo es la experiencia Microteatro a diferencia de las obras convencionales?
J.T.S.: Lo interesante es el ritmo que pide el trabajo, el dinamismo. El espacio es muy amable y siempre el eje está en que cada obra encuentre su potencia y se singularice en sí misma. En este caso, también nosotros somos un grupo de amigos previo a esta obra, lo cual hace que la dinámica del trabajo sea más llevadera, por el simple hecho de tener un código armado hace tiempo entre nosotros.
L.G.: Es una experiencia diferente a todo lo demás, hay que administrar muy bien la energía y actuar en un lugar que es bar con movimiento de gente, muchas obras diferentes es una propuesta bien distinta y que sobre todo funciona.
